Para aires acondicionados la clase mínima para refrigeración es de tipo A y para calefacción de tipo C.

Los sistemas de calefacción más eficientes son los que utilizan energías renovables, como la aerotermia, la geotermia o el pellet. Y la energía solar, como solución complementaria. Por ejemplo, puedes instalar paneles térmicos como apoyo a tu sistema de calefacción.

Si en su etiqueta ves una clasificación de A++ o A+++, con ese aparato ahorrarás dinero cada mes. Cada aparato de aire acondicionado tiene una potencia máxima y una mínima (expresadas en kilowatios) a la hora de enfriar o de calentar una estancia. Además, tienen un coeficiente SEER, que indica su eficiencia energética.

– Funcionamiento: el aire acondicionado utiliza un gas refrigerante para transformar el aire de la calle en aire frío. Mientras que el climatizador cuenta con un filtro de agua que genera vapor y lo enfría mediante un ventilador que lo termina expulsando al exterior a menor temperatura.